UN POCO DE HISTORIA
En 1807, Don Juan José Secco posicionó 280 hombres en el saladero con D. José Artigas al mando. Pero la defensa de la flota, la cual destruyó las edificaciones, los hizo retroceder hasta El Cardal.
El 10 de julio de 1843, el Gobierno del Cerrito decretó la habilitación para el comercio el Puerto del Buceo, debido a la Guerra Grande y cisma consiguiente. El propósito no solo era llenar las necesidades de la población sino que se hiciese también más fácil el percibo de los derechos para el Estado, provenientes del comercio de exportación e importación.Para todo ello fue dispuesto el Saladero de Secco. Pasa a ser sede de Capitanía y Receptoría de Aduanas.
Grandes cantidades de veleros de bandera nacional navegaban entre El Buceo y los puertos del Plata y el litoral, barcos de diferentes naciones traían maquinaria, herramientas , artículos de consumo, entre otras cosas y luego partían con productos del país.
Durante la guerra grande el Saladero cumplió su función de aduana pasando toda la mercadería que surtía al país, durante 9 años.
El 23 de enero de 1945, el Gobierno decreta la Colecturía General del Estado, nombrando a don Ignacio Soria como titular, el cual estaba asentado en la aduana.
En enero de 1962, gracias al entonces Ministro de Hacienda Cr. Juan E. Azzini, se refracciona luego del anterior deterioro para instalar el Museo de Aduana y de Hacienda, el cual se inaugura en noviembre y se pone a disposición del Ministerio de Instrucción Pública.
Posteriormente el museo es clausurado y para darle un funcionamiento a la Aduana surgen muchas ideas, como lo son un taller para restauradores, la escuela Nacional de Artes Plásticas, una feria artesanal, como depósito del Museo Severino Pose.
El 8 de octubre de 1851, cuando las cosas se calmaron, dejó de funcionar la oficina, se trasladaron al Puerto de Montevideo, y a partir de allí no tuvo ninguna función pública realmente importante. Se volvió nuevamente un refugio de pescadores.
Es un viejo edificio de principios del siglo XIX, vinculado a la historia económica, política y militar del país.
La comisión Nacional de Monumentos Históricos lo incluyó en la lista de monumentos históricos ya que gracias a sus fines elevó al parlamento al fin de ser declarados tales por ley nacional (art. 1, apartado C) Arquitectura Civil, inciso 14, pág. 16 del folleto apartado de la “Revista Histórica”, (tomo XVII).
En 1919, pasó a ser la primera sede del Batallón de Ingenieros N1 mientras el Cuartel del Buceo se construía. Se instaló el comando, comedor, cocina y depósitos, y los oficicales y personal se mantenían en carpas de cabaña
Se le propone al Comité que se apruebe y remita al Consejo Departamental el siguiente proyecto:
1. Declarar de interés histórico el edificio denominado Saladero de Secco o Aduana de Oribe, según el artículo 3 del Decreto N° 8731-954.
2. Sugerir al Consejo Departamental de Montevideo que se destine el área circundante a la creación de un parque criollo con especies arbóreas autóctonas.
3. Proponer que el edificio restaurado sea convertido en un pequeño museo para enseñar sobre la evolución de la industria ganadera y sus subproductos en Uruguay, mostrando además su impacto económico y los hechos históricos relacionados con el edificio.
4. Sugerir, de forma oficiosa, que se estudie la posibilidad de ceder un terreno en la costa del puerto para el Club Náutico y de Pesca Puerto del Buceo, entre la rambla y el mar.
5. Recomendar que se forme un expediente separado para tratar los asuntos del Saladero de Secco o Aduana de Oribe y la solicitud del Club Náutico, dado que son temas sustancialmente diferentes.
ORÍGENES
Se han podido comprobar detalles que hacen sospechar que la construcción sea de la época colonial.
1- Las dimensiones de los ladrillos empleados en sus muros
2- La presencia del mortero de cal y arena en dichos muros
3- La esmerada ejecución de los grandes arcos interiores.
Los ladrillos de la época colonial tenían alrededor de 40cm de largo, más tarde pasaron a medir 37cm, que duró hasta finales del segundo tercio del siglo pasado. Los ladrillos en la Aduana medían 37cm de longitud.
En la Época Colonial, la cal era un material muy costoso y solo se utilizaba en obras realmente importantes. El resto de edificios eran muros de ladrillos asentados sobre barro a guisa de mortero, mientras que la Aduana tiene un mortero de cal y arena, lo cual no coincide. Si fuera un edificio de finales del siglo XVIII, integrado por cobertizos y galpones cubiertos de paja brava, es complicado de creer que se pudo adoptar un material al cual difícilmente se podía acceder.
Por la información que nos brinda la planta en forma de una U, se sabe que no es un simple saladero. Son indicios de que pertenece a los años de la Guerra Grande
Se menciona que su construcción fue ordenada por el General Manuel Oribe, Jefe de las fuerzas sitiadoras de Montevideo, durante la Guerra Grande, ya que el puerto aledaño le facilitaba la importación y la exportación.
Los saladeros de la Época de la Guerra Grande eran simples galpones que por casualidad poseían paredes de piedra o de ladrillo, techos de paja, generalmente bajos, no era muy económico hacerlos altos sin un motivo alguno y en realidad no era necesario ya que la faena no lo ameritaba. Los techos altos para depósitos de cueros no eran recomendables. Bajo los simples cobertizos estaban las playas de matanza, permitía el resguardo de las condiciones atmosféricas, del sol, de la lluvia, además de elemento de guardado para el material instrumental y los depósitos de sal , entre otras. El resto de elementos y espacios se encontraban al intemperie, hablamos de las piletas de salmuera, los saladeros de cuero y los corrales.
Se encontraron documentos que ubican al saladero en sus inmediaciones y en cuanto a la topografía es adecuada para esos fines.
Línea divisoria entre lo que crecía como ciudad gracias a la urbanización y lo que se mantenía aislado sin intervención de la industria.
Línea costera.
UBICACIÓN
Mirá donde se sitúa la Aduana
MODELO 3D
NUBE DE PUNTOS
ANAGLIFO
Autoras de la página
Cheila Manresa
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Rocío Maciel
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Micaela Correa
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Agostina Esmoris
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